Solía decir que «vestía el alma y no tan solo el armazón físico». Al impartir una orden se ve que manda de verdad. El primero creó una línea de estilo deportivo, no exento de lujo. Lograría, tras algunas batallas y escaramuzas victoriosas (Bueycito, El Hombrito), tomar el control de la zona del Hombrito y establecer una base permanente. Las mujeres llevaban una larga túnica con mangas y escote, generalmente con una segunda pieza similar por encima y un manto abrochado sobre el pecho.