En 1987 se fusionaron Moët Hennessy y Louis Vuitton en la firma LVMH, el mayor emporio del mundo de moda de lujo. En esta época se buscaban trajes ceñidos al cuerpo y empezó una mayor diferenciación entre sexos: los hombres buscaron la inspiración en los trajes militares, con jubón y calzones adaptados al cuerpo que permitían mayor movilidad, mientras que las mujeres llevaban vestidos largos y ceñidos con amplio escote, chaqueta barça que realzaba el pecho.