Las botas, que hasta entonces se usaban para montar a caballo, empezaron a usarse de forma cotidiana. Un último fenómeno fue el del streetstyle, la inspiración buscada en la calle, donde los fotógrafos encuentran modelos improvisados que saltan a las revistas o blogs de moda con tendencias basadas en el gusto individual. Así, en el siguiente pase de Dior -ya sin Galliano- surgieron a la pasarela cuarenta costureros con batas blancas de trabajo, chandal barcelona en vez del clásico paseo del modista estrella.