Se trataba de una zona marginal, habitada por unos 60 000 campesinos, llamados guajiros en Cuba, dedicados a la agricultura de supervivencia en tierras de posesión precarias, y también por bandoleros, contrabandistas, fugitivos y terratenientes que imponían su poder a punta de pistola. Una de sus primeros exponentes fue Vivienne Westwood, que abandonó el punk en 1981 con su línea Pirate, a la que siguieron diseñadores ya establecidos como Jean-Paul Gaultier e Issey Miyake.